Entre antenas y sueños: La historia de Enith, la ingeniera que desafía las alturas en Planadas

En las empinadas laderas de Planadas, al sur del Tolima, donde los cafetales dibujan un mosaico verde sobre las montañas que una vez fueron testigos del conflicto armado, Enith construye su propia revolución. No con armas, sino con antenas y libros universitarios.

Esta joven madre de 20 años, nacida entre los aromáticos cafetales de una vereda planadeña, parecía destinada a repetir la historia de tantas otras mujeres de su región: dedicar su vida exclusivamente al hogar y renunciar a sus sueños profesionales. Sin embargo, el destino, o más bien su determinación, tenía otros planes.

Con dos pequeños de 2 y 3 años como motor de su vida, Enith encontró en un diplomado de comunicación, liderazgo y medio ambiente ofrecido por la Corporación Sipaz, la chispa que encendería su transformación. Lo que comenzó como una simple capacitación se convirtió en la llave maestra que le abriría las puertas de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD).

«Las mujeres del campo también podemos soñar en grande», afirma mientras supervisa la instalación de una antena de internet a 20 metros de altura. Como coordinadora del proyecto Internet SíPaz en Planadas, Enith no solo conecta a su comunidad con el mundo digital, sino que también rompe estereotipos en un territorio tradicionalmente machista.

Hoy, en su tercer semestre de Ingeniería en Telecomunicaciones, esta madre soltera desafía las convenciones sociales con la misma destreza con la que escala torres de comunicación. Sus manos, que en la mañana preparan el desayuno para sus pequeños, por la tarde manipulan equipos técnicos que llevan internet a zonas donde antes solo llegaba el eco de la guerra.

En Planadas, un municipio que hasta hace poco vivía bajo la sombra del conflicto armado y que ahora respira los aires del Acuerdo de Paz de 2016, Enith representa la nueva cara del campo colombiano: una mujer que construye futuro mientras conecta su territorio con el mundo, demostrando que los sueños, como las señales de internet que instala, no conocen límites ni barreras.

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